Clases de Activos
Una cartera de inversión puede contener una gran cantidad de activos diferentes. En este aparatado vamos a explicar brevemente las características de los que consideramos más relevantes para el lector.
Inicialmente haremos distinción entre inversiones tradicionales y alternativas.
1.- Inversiones Tradicionales:
Los activos comunes o inversiones tradicionales son aquellas imprescindibles según la teoría tradicional de gestión de carteras, por lo que deben tener un papel importante en cualquier cartera, y deben combinarse de la forma más adecuada para el asesorado.
Acciones Ordinarias: (Renta Variable)
Esta es la categoría de activo más ampliamente conocida y a su vez la más desconocida, por lo que vamos a hacer especial hincapié en que el lector entienda el concepto. Cuando la gente piensa en acciones lo primero que se viene a la cabeza es la bolsa, el mercado de valores, cotizaciones en verde o rojo, muchos números casi inentendibles y riesgo muy alto. Lo primero que vamos a hacer es describir que es una acción para que resulte fácilmente entendible.
Una acción es simplemente una participación en el capital de una empresa. Imaginad que iniciáis una empresa entre diez amigos, ponéis 1.000 euros cada uno, lo que suman 10.000€. A continuación dividís la empresa en 100 partes a 100€ cada una, pues cada parte, es lo que se denomina una "acción". Por lo cual, con los 1.000 euros que habéis puesto inicialmente, tendréis 10 acciones de 100€ cada una = 1.000€.
Esto es lo importante que debéis saber de las acciones, que cada acción es una parte de la empresa. En nuestro caso a cada acción le corresponde el 1% del patrimonio (ordenadores, mobiliario, maquinaria, dinero en efectivo, etc...), es decir, que te corresponde algo real, no un número en verde o rojo.
Entonces, ¿Por qué las acciones parece que son un número que sube y baja en la bolsa? Seguimos con nuestro ejemplo. Imaginaros que decidís que las acciones van a cotizar en bolsa (es solo un ejemplo ya que para cotizar en bolsa es necesario cumplir varios requisitos). Eso quiere decir que en vez de negociarse el precio entre el que las quiere comprar y el que las quiere vender, las acciones se van a comprar y vender en un mercado electrónico, donde se emiten órdenes de compra y venta, que son las que fijan el precio de la acción, es decir, la ley de la oferta y la demanda. Ahora si queréis vender vuestras acciones, veis el precio al que cotizan y dais la orden de venta.
Imaginaros que pasan 5 años, el precio de las acciones ha subido y bajado mucho durante este tiempo. Vosotros decidís cerrar la empresa y recoger beneficios. Debido a que os ha ido bien durante estos años y habéis tenido beneficios, el patrimonio de la empresa pasa a ser ahora 50.000€. Si la acción ahora cotiza a 500€ entonces está bien valorada, si por el contrario cotiza a 400€ o 600€ estaría infravalorada o sobrevalorada respectivamente, parece que esto está claro.
Este caso es muy simple pero sirve para entender el sentido de invertir en acciones. Cuando uno invierte en una determinada empresa que cotiza en bolsa, no está comprando un número que sube y baja, y no debería comprar pensando en que subirá sin razón aparente para luego vender rápido (esto es especular). Invertir en una empresa implica comprar una participación en su capital con la idea de que a lo largo de los años vaya consiguiendo beneficios con su propia actividad, con lo que, aumentará de valor y mi participación valdrá más, independientemente de la bolsa.
El inversor inteligente debería dejar la bolsa al margen hasta que decida vender las acciones, porque el precio puede estar un día arriba y otro abajo, pero si la empresa en la que tienes participaciones aumenta de valor, su cotización, aunque oscile, tiene que aumentar a la larga por sentido común. En el ejemplo que hemos puesto, no tendría sentido que la acción cotizara a 200 euros, cuando si cerrasen la empresa en ese momento, a cada acción le corresponderían 500 euros; 500€ x 100 = 50.000€.
La pregunta que te tienes que hacer antes de comprar cualquier acción es ¿Si no cotizara en bolsa la comprarías?
Bonos y Obligaciones (Renta Fija)
Esta categoría de activos es bastante conocida, pero igualmente vamos a explicar cómo funciona y sus características más relevantes.
Cuando un invierte en este tipo de activos, lo que está haciendo es básicamente comprar deuda. Tanto si es la deuda de algún estado como de una empresa, lo que uno adquiere es parte de un préstamo. Esto lo entenderemos mejor con un ejemplo.
Vamos a situarnos en el ejemplo anterior, pero ahora en vez de ser accionistas, sois amigos de los accionistas, pero totalmente ajenos a la empresa.
Imaginaros que vuestros amigos (los accionistas de la empresa) deciden ampliar el negocio y necesitan 10.000€. En lugar de pedirlos al banco o poner ellos más dinero, prefieren emitir la deuda y venderla a los amigos. En nuestro caso, deciden repartir los 10.000€ en diez partes de 1.000€, con un interés del 10% (100€) anual durante 5 años, y con la amortización al final del quinto año, es decir, al final de cada año se reparten solo intereses, y al final del quinto año se devuelven los 1.000€.
Nosotros pensamos que la empresa va a ir bien, y el interés no está nada mal, por lo que decidimos comprar una de las partes. Acabamos de comprar un bono a pequeña escala. Cada año recibimos 100€ (el cupón) y al final del quinto año 1.000€ (el principal)
En la realidad, los bonos y obligaciones los emiten entidades con mucha credibilidad como estados, países y regiones, empresas de mucho capital y bancos. Pero en esencia el funcionamiento es el mismo.
Este tipo de activos son llamados de renta fija, porque todos los años sabes cuánto vas a ingresar. Pero lo cierto es que su precio también cotiza. Esto no es fácil de explicar, pero volvamos a nuestro caso. Imaginaros que acabamos de comprar la deuda por 1.000€, pero justo después de comprarla nos enteramos que el dinero (los 10.000€) que han recibido nuestros amigos lo van a emplear en inversiones que probablemente no funcionen, o por lo menos la mayoría de la gente piensa eso. Esto significa que el negocio no les va a ir bien, y probablemente no puedan hacer frente a nuestros pagos (el cupón del 10%). Si en este momento queréis vender vuestra parte de deuda (bono) a otra persona, conocedora de este problema, lo más probable es que perdáis dinero porque no lo venderéis por 1.000€, quizás lleguéis a un acuerdo para venderlo por 500€ (las condiciones son las mismas inicialmente; 100€ de cupón anual durante 5 años).
Esto mismo pasa en la realidad cuando en un país se deteriora la situación económica, empeoran sus perspectivas para hacer frente a los futuros pagos, por consiguiente su deuda cotiza a la baja. Os sonarán los problemas de la prima de riesgo española, es exactamente igual a nuestro ejemplo. Al principio la empresa se financiaba a un 10% de interés, y cuando empeoró la perspectiva se financiaron al 20% (100€/500). Este incremento en el tipo de interés es lo que refleja una subida de la prima de riesgo, en definitiva que nos prestan dinero a tipos más altos.
A pesar de ser inversiones de renta fija, comprobamos que son activos susceptibles a la especulación. Existen profesionales que buscan el beneficio a través de las diferencias de precios.
Además de los bonos, existen otras modalidades de activos de renta fija como puede ser una letra del tesoro. Esto es comprar por ejemplo por 9.000€ y que dentro de 16 meses te paguen 10.000€, el tipo de interés va implícito.
Efectivo
Esta categoría comprende los activos más líquidos. Su objetivo no es tanto generar rentabilidad como proporcionar liquidez.
Dentro de este grupo se encuentra el dinero en metálico o en cuenta corriente, los depósitos a corto plazo, REPOs, remesas, etc. En definitiva todos aquellos productos financieros que se puedan hacer disponibles rápidamente sin variaciones significativas en el precio.
Lo importante de esta categoría es saber que su finalidad es proporcionar liquidez a la cartera, ya sea para mantener un fondo de seguridad, o aprovechar una oportunidad de inversión
Inversiones Alternativas
En la categoría de inverisiones alternativas, vamos a explicar aquellas que son más relevantes para el lector. Además vamos a exponer las ventajas e inconvenientes de introducirlas en una cartera.
Inversiones Inmobiliarias
Esta categoría es conocida por la amplia mayoría de los lectores. En definitiva se trata de la compra y gestión de bienes inmuebles, como pisos, apartamentos, hoteles, residencias, terrenos, almacenes, etc.
Debido a que en España este tipo de inversión se ha convertido en la más común de todas, vamos a hacer especial hincapié en sus características.
Primero hay que hacer una importante distinción entre inversión directa e inversión a través de un vehículo de inversión. La primera no hace falta explicarla en detalle ya que se trata de comprar un bien inmueble a título personal. La segunda significa adquirir una participación en un fondo o sociedad que invierte y gestiona una cartera diversificada de bienes inmuebles, de distinto tipo y en distintos puntos geográficos.
En comparación con las inversiones comunes, la compra directa requiere un desembolso considerable, es un activo indivisible, y poco líquido, ya que se trata de un mercado muy heterogéneo (cada piso, apartamento... es único y diferente a los demás). Como ventaja hay que destacar que se puede comprar con un alto nivel de apalancamiento. Esto significa que se puede pedir un prestamo por la mayor parte de su valor, aportando como garantía el propio inmueble (hipoteca), entre otras cosas. Esto es una ventaja, solo si la rentabilidad que consigues con el inmueble es mayor que el interés que pagas por la hipoteca. De lo contrario estás destruyendo valor, y en vez de ventaja pasa a ser desventaja.
Queremos diferenciar entre comprar un inmueble como hogar y como inversión, ya que un hogar tiene un valor que no es económico, y por lo tanto, no lo podemos comparar con otro tipo de inversiones. Muchos habreis oido alguna vez "me he comprado este piso como inversión". En este caso está claro, no hay duda, pero a veces ocurre que alguien compra un apartamento de vacaciones, que al final no alquila y que usa un mes al año. En este caso la distinción no está tan clara. Proponemos que categoriceis como inversión todo aquel inmueble que no sea el propio hogar y sea susceptible de ser vendido. Es decir, una vivienda que aunque no sea el hogar, tenga por ejemplo un valor sentimental y no quiera ser vendida, no debe ser tratada como inversión. Si compramos una vivienda para en el futuro legarla como herencia a nuestro hijos, por supuesto que estamos tratando de una inversión.
¿Por qué hacemos esta distinción? Porque una vez hemos considerado un bien inmueble como una inversión, este debe ponerse en la paleta de inversiones para compararlo y evaluarlo como tal.
El primer ejercicio que el lector debería hacer con aquellos bienes inmuebles considerados como inversión, es calcular su rentabilidad. Una aproximación puede ser el siguiente cálculo:
Precio al que se está alquilando o podría alquilarse la vivienda al mes multiplicado por 12 meses (esto tiene que ser realista, se pueden comparar por internet viviendas cercanas o con las mismas características).
x un porcentaje de desocupación (esto se refiere al tiempo en que la vivienda no esté alquilada, multiplicar por 0,8 o 0,9 por ejemplo)
- IBI anual
- Seguro de Hogar
- Gasto medio anual en mantenimiento
- Amortización del mobiliario (el mobiliario hay que cambiarlo cada cierto tiempo 10, 20,o 30 años para que la vivienda mantenga su nivel. El gasto total en mobiliario teneis que dividirlo entre el número de años que pienseis que durará desde que se compró, aquí se incluyen reformas y obras)
Una vez realizado este cálculo, obtenemos La renta neta anual antes de impuestos. Las rentas por arrendaminto tributan en España como si fuera un ingreso de trabajo, es decir por el tipo de IRPF aplicable a cada persona o familia. Para realizar el cálculo exacto de la renta neta después de impuestos, debeis aplicarle el % de vuestro tramo personal, teniendo en cuenta que incluso puede ser que subais de tramo al añadir esta renta al total de vuestros ingresos anuales, tenedlo en cuenta también.
El último paso para hayar la rentabilidad de las rentas, es dividirlas entre el precio de la vivienda + los costes de adquisición (registro, impuestos, etc.). El porcentaje que obtendreis es la rentabilidad neta anual tanto antes o después de impuestos. Utilizar la que creais oportuna según el tipo de activo con la que lo compareis. (Si por ejemplo lo haceis con un bono del estado, quitar los impuestos, ya que está exento)
Además de la rentabilidad conseguida mediante el alquiler, existe otro tipo, la revalorización del precio del bien inmueble. En España hemos visto la fluctuación que ha sufrido el precio de la vivienda en los últimos años. Independientemente del si el mercado inmobiliario está bien valorado o no, el precio de la vivienda debería estar relacionado con el IPC (la inflación) y la tasa de población. Si la población en España se mantuviera constante, no tendría sentido que la vivienda subiera más que la propia inflación. Si aumenta la población, el suelo se convierte cada vez más en un bien escaso y por lo tanto su precio aumenta por encima de la inflación. Historicamente el precio de la vivienda se ha apreciado el 1% aproximadamente por encima de la tasa de inflación, que desde que entramos en la moneda única europea se situa alrededor del 3%. En nuestra opinión no tiene sentido pensar que la población crezca indefinidamente, ya que este planeta tiene unos recursos limitados, y de hecho, para que la totalidad de la población viviera como los paises occidentales, harían falta los recursos de varios planetas Tierra. Esto unido con que la tasa de natalidad es baja, hace pensar que en un periodo medio o largo (20 o 30 años) el precio de la vivienda no tendría por qué subir por encima de la inflación.
Igualmente nos basamos en datos históricos recientes para calcular la revalorización en 4% aprox= 3% inflación + 1% apreciación. Si ahora sumamos esto a la rentabilidad fruto del alquiler, obtendriamos la rentibilidad total de nuestra inversión.
La inversión inmobiliaria proporciona una rentabilidad que ha de situarse entre las acciones y los bonos u obligaciones. Tienen más riesgo que los bonos (en general) y menos que las acciones (en general), y como ya sabemos según el binomio rentabilidad-riesgo, su rentabilidad debe andar entre medias. Esperamos que el lector haya entendido que si su inversión inmobiliaria no aporta mayor rentabilidad que el bono español por ejemplo, se rompería el binomio, y por lo tanto no estaría dentro de la categoría óptima de inversiones.
Probablemente muchos lectores encuentren que su inversión inmobiliaria no es óptima. Si esto ocurre, es que el valor de la vivienda es menor al que se ha tenido en cuenta, incluso aunque sea el precio de mercado actual. ¿Significa que el mercado inmobiliario en mi zona está sobrevalorado aun? Tratar una vivienda como una inversión te da la capacidad de evaluar si un mercado entero está sobrevalorado o no.
Volviendo al riesgo, como hemos dicho, es mayor en las inversiones inmobiliarias que en los bonos u obligaciones, basicamente porque existe un mayor grado de incertidumbre. La rentabilidad de un bono es fija, es decir, se sabe de antemano, y su riesgo solo depende de la capacidad de la entidad o país que lo emite de hacer frente a los pagos. En el caso de bienes inmuebles, la incertidumbre es mayor, debido a que el precio del alquiler va variando, al igual que el de la propia vivienda, esto puede deberse a varias razones, como cambios en los tipos de interés, devaluación de una determinada zona geográfica. En el caso de la compra directa, además pueden surgir problemas con los inquilinos (es lo que conlleva la gestión, además de inversión). Por estas y por otras razones, la inversión inmobiliaria tiene más riesgo, y por lo tanto requiere mayor rentabilidad.
Imaginad que teneis un dinero que quereis invertir, y no sabeis si invertir en renta fija (bonos u obligaciones) o comprar un piso. Comprar renta fija requiere muy poco esfuerzo si se trata de primera categoría, ya que si confias en que la entidad o pais que lo emite va a ir pagando, solamente tienes que comprar elctrónicamente. En cambio comprar un piso por ejemplo requiere buscar uno que sea facil de alquilar, que tenga un buen precio dentro de su mercado, reformas, compra de mobiliario, gastos de registro, gestión de alquiler etc. Por esto, si eliges comprar un piso esperas por lo menos que la rentabilidad sea mayor.
Conclusión
Incluir inversiónes inmobiliarias dentro de una cartera de acciones y bonos produce beneficios fruto de la diversificación. Es decir se consigue aumentar la rentabilidad y disminuir el riesgo total de la cartera. (Esto lo explicaremos en el apartado "Composición de una Cartera"). Además se ha demostrado a lo largo de los años que es un tipo de activo que funciona bien para cubrir la inflación. Ahora bien, que el total de la cartera o que la mayor parte esté compuesta por inversiones inmobiliarias, no os lo puede recomendar ningún asesor cualificado, menos aun si hablamos de inversión directa en bienes inmuebles (activos poco líquidos, altos costes de transacción, requieren gestión por parte del propietario). Como su propia categoría indica, al ser una inversión alternativa, la teoría de gestión de carteras no recomienda más de un 20% en inversiones inmobiliarias. Pensad que % suponen las inversiones inmobiliarias en los patrimonios de muchos españoles.
No concebimos una inversión en vivienda que no genere renta (no se alquile), ya que debido a los gastos anuales que anteriormente hemos detallado, más que una inversión, la podríamos llamar desinversión.
Entonces, si no es una inversión recomendada por si sola para un inversor particular y, si además no genera renta, se puede decir que como inversión es penosa y conlleva unas connotaciones negativas para la sociedad (especulación, burbuja de precios, más construcción de la necesaria, viviendas vacías, dificultad de acceso a la vivienda por aumento desproporcionado del precio, vulnerabilidad del derecho a una vivienda) ¿Por qué se ha fomentado que la mayoría de los ahorradores inviertan su patrimonio en vivienda? ¿Por que se tien la errónea idea que invertir en vivienda es la opción más segura? ¿Quienes se benefician con estas políticas? Las conclusiones las dejamos que las saque el lector. En nuestro blog dejamos nuestra opinión sobre este tema.
Era necesario hacer especial hincapié en este punto ya que probablemente afecte a la mayoría de los lectores. A veces conviene que penseis en algun millonario que se os venga a la mente, alguien que tenga acceso a un buen gestor de patrimonio. ¿Creeis que tendrá la totalidad o mayor parte de sus inversiones en viviendas? La respuesta es NO.
En finanzas, pensar que lo que la mayoría hace es lo correcto, a veces dista mucho de ser la opción adecuada.
Capital Privado /Venture Capital
En esencia este tipo de inversión es practicacamente igual a la compra de acciones ordinarias, con una diferencia, estas empresas no cotizan en bolsa. Exactamente se trata de comprar acciones de empresas que no cotizan en bolsa.
Capital Privado:
Este tipo de inversión se basa en adquirir acciones en empresas que están consolidadas, pero que no coticen. Aunque existen varias razones para este tipo de inversiones, el método es parecido en todas ellas. Se trata de comprar la mayoría del capital, cambiar el consejo de administración y directiva con el fin de aportar más valor y conseguir más beneficios, lo que en difinitiva aumentará el valor de la empresa y proceder a venderla a otro inversor privado o incluso sacarla a bolsa.
Este tipo de inversiones se realizan a través de fondos de inversión y empresas de capital especializadas. La razón es que cada fondo dispone de un equipo de profesionales que se encarga de evaluar y elegir las empresas que crean más rentables para la propia cartera del fondo, además toman parte en la gestión de algunas de ellas. El inversor particular lo que hace es adquirir una participación en el fondo de inversión. De esta manera, puede acceder a una cartera bien diversificada de empresas de capital privado, que de otra manera no podría.
A pesar de ser una de las inversiones más rentables, la triste realidad es que incluso de la manera que hemos explicado, este tipo de inversiones están betadas para la mayoría de los inversores, ya que para adquirir la mínima participación en uno de estos fondos, se necesita un desembolso de capital importante, al que no tienen acceso la mayoría de los ahorradores.
Venture Capital
Este tipo de inversión es parecida a la anterior, con la diferencia que el capital que se invierte es el que inicialmente requieren las empresas para empezar su actividad.
La diferencia con el Capital Privado es que la inversión se realiza en las etapas más tempranas de la empresa:
- Semilla: El inversor aporta una pequeña cantidad de dinero para que los empresarios desarrollen una idea.
- Start-up: En esta etapa la idea ha sido probada y la empresa se ha creado. La inversión se destina en comercializar el producto o servicio, todavía no se han conseguido ingresos.
- Primera etapa: Aquí la empresa ya está generando ingresos pero necesita dinero para expandirse.
Las siguientes etapas tratan de vender la participación en la empresa en caso de éxito. Las salidas más comunes son La venta o fusión con otra empresa, y en el mejor de los casos, una salida a bolsa.
Este tipo de inversiones son realizadas por especialistas , (Business Angels y Venture Capitalist) ya que por si solas no son una opción recomendada para el ahorrador medio. Pensad que aproximadamente el 20% de este tipo de inversiones tiene éxito, si un ahorrador trata de invertir por su cuenta lo más probable es que fracase. Por ello la sistemática es similar al capital privado, el inversor compra participaciones en un fondo que a su vez gestiona una cartera de empresas en estas etapas.
Este tipo de inversión es de los más rentables y atractivos, aunque la mayoria de las empresas en las que se invierte no tienen éxito, las que funcionan consiguen rentabilidades extraordinarias. Suele tratarse de empresas de un cierto componente tecnológico, cuya actividad se puede aplicar a un público internacional. Muchas empresas que conocemos se han financiado con este tipo de inversiones (Facebook, Twitter, Google, Watsap).
Este tipo de inversiones son las que producen un mayor beneficio a la sociedad en general. Se canaliza el ahorro de los inversores hacia empresas que se están creando y necesitan financiación. Aunque muchas de estas no funcionen, el inversor gana porque entre todas las empresas el resultado es positivo, y el empresario igualmente ha adquirido la experiencia de levantar una empresa, "aprender de un fracaso es el principio del éxito". Incluso hay empresas que no consiguen beneficios para los accionistas, pero los emprendedores consiguen emplearse y que la empresa se mantenga (empresa en punto muerto). Si este tipo de inversiones se realiza de una manera adecuada es una situación ganadora para todas las partes.
Da la posibilidad a emprendedores de financiar su proyecto, genera beneficio para los ahorradores y crea tejido empresarial para el beneficio de la sociedad.
Aunque es un sector que está en continua evolución (Entidades públicas están empezando a financiar proyectos, Universidades, Equity Crowdfunding), lo cierto es que en España todavía no hay acceso a fondos adaptados para el ahorrador medio. En los paises Anglosajones estas prácticas están mucho más extendidas, y es posible que un inversor medio español tenga acceso a esos mercados.
Desde esta web revindicamos firmemente este modelo de inversión privada como alternativa al préstamo bancario para financiar proyectos de emprendedores, generar empleo y tejido empresarial.
Commodites (Productos Básicos)
En cuanto a productos básicos nos referimos a metales, (oro, plata, aluminio, cobre etc.), productos agrícolas, (maiz, trigo, algodon etc.) y petróleo o gas.
La inversión puede ser directa, en cuyo caso el inversor compra físicamente el activo. Todos conocemos el auge del oro en estos últimos tiempos. Indirectamente puede realizarse mediante de la compra de acciones en empresas que se dediquen a la explotación de alguno de estos productos, un ejemplo de estas pueden ser las mineras. También se puede conseguir exposición indirecta a estos mercados a través de fondos de inversión e incluso futuros.
Algunas de las características principales que debe conocer el lector es que este tipo de inversiones suele funcionar bien en épocas de crisis, por lo que es útil de cara a diversificar la cartera.
En las carteras de de los ahorradores medios puede ser interesante incluirlos como elemento diversificador, siempre previo análisis.
Hedge Funds / Fondos Buitre / Gestión de Futuros
Agrupamos estos tres tipos de activos ya que creemos que actualmente no son especialmente relevantes para el inversor medio, por razones de necesidad de capital.
Los Hedge Funds o en su traducción al español, Fondos de Cobertura en general tratan de conseguir beneficio tomando posiciones a favor y en contra de un mismo activo utilizando varias estrategias. No vamos a desarrollar en detalle este tipo de inversión debido a que no es accesible para la mayoría de los ahorradores, dado que se requiere un desembolso muy importante.
Los fondos buitre tratan de comprar empresas que estén cerca de la quiebra, con el fin de reorganizar sus activos y pasivos, venderlos y obtener un beneficio con ello.
Gestión de Futuros no es un tipo de activo, sino una forma de invertir utilizando productos financieros derivados, como son los futuros y las opciones. Su beneficio se basa en la variación de precios principalemente y depende de la habilidad del gestor.