top of page

Composición y gestión de una Cartera

 

 

A lo largo de esta sección de Educación Financiera hemos puesto de manifiesto la importancia del ahorro para conseguir objetivos, hemos destacado la necesidad de planificación y asesoramiento para nuestro patrimonio, hemos definido los requerimientos que ha de tener en cuenta un asesoramiento adecuado, y por último hemos explicado las clases de activos más relevantes para los lectores.

 

En este apartado vamos a centrarnos en el método para componer una cartera ajustada a las necesidades y objetivos del cliente, así como su gestión a lo largo del tiempo. 

 

El proceso de composición de una cartera requiere elegir aquellos activos que en su conjunto cumplan los objetivos de rentabilidad y riesgo, así como las restricciones propias de liquidez, horizonte temporal, impuestos, entorno legal y circunstancias únicas que se han acordado y plasmado por asesor y cliente en el documento Investment Policy Statement.

 

Cada gestor tiene su estilo propio para crear carteras en función de varios parámetros, por lo que no existe un modelo único. Lo que si es cierto es que si el asesor trabaja por el beneficio de su cliente (guiandose del IPS) el resultado con independencia del método que se use debe ser el mismo, exceptuando aquellas carteras cuyo objetivo es conseguir la máxima rentabilidad sin restricciones.

 

Lo primero que el lector debe conocer es que una cartera debe estar bien diversificada. Este concepto es fundamental ya que sirve para entender el riesgo. Digamos que existen dos tipos de riesgo, uno propio de cada activo, y otro de cada mercado.

 

Vamos a poner un ejemplo para que el lector entienda este concepto. Imaginad que vivís en una zona costera y teneis unos ahorros que quereis invertir, supongamos en este caso que el mercado se reduce a esta localidad. Os ofrecen la posiblidad de comprar acciones en dos empresas, y puedes invertirlo todo en una, o en otra o en las dos. Una de ellas es una escuela de surf y la otra es una escuela de windsurf y kitesurf. En ambas, la mayor parte de sus ingresos proviene del alquiler de material y las clases. El riesgo principal de la empresa de surf es que no haya olas o no sean de calidad, esto ocurre cuando hay viento. El principal riesgo de la empresa de windsurf y kitesurf es que no haya viento. Estos son los riesgos propios de cada empresa. Además están negativamente relacionados, cuando hay viento no hay olas y viceversa, es decir, cuando una empresa gana la otra deja de ganar. El riesgo de mercado en este caso es que la localidad pierda atractivo turístico, y las empresas que operan alli, escuelas deportivas, chiringuitos, restaurantes etc... vean reducidos sus ingresos.

 

A través de una buena diversificación se consigue anular el riesgo propio de cada empresa (solo quedaría el de mercado). El factor clave para diversificar es la correlación entre activos. Si están correlacionados positivamente, quiere decir que los dos se mueven en la misma dirección (ganan o pierden bajo las mismas circunstancias), si por el contrario estan correlacionados negativamente, cuando uno sube, el otro baja. En la realidad el proceso de diversificación lo realizan los gestores utilizando programas especializados.

 

Nuestro ejemplo sirve para entender este concepto. Hemos visto que las dos empresas están correlacionadas negativamente de forma casi perfecta (cuando una gana la otra pierde). Esto significa que si divido mi inversión al 50% entre las dos, practicamente reduzco a 0 el riesgo propio de cada empresa, y mi preocupación es ahora que la localidad incremente el nivel de turismo. 

 

Para componer una cartera es necesario un cierto de nivel de diversificación, esto depende de los objetivos del ahorrador/inversor. Si la rentabilidad que necesita se puede conseguir solo exponiendose a riesgo de mercado, lo recomendable es una diversificación perfecta, por el contrario si necesita o desea un rentabilidad mayor, tendrá que reducir el grado de diversificación.

 

Volvamos a nuestro ejemplo para explicar esto. Si deseais conseguir una rentabilidad mayor que la de mercado (incremento de turistas en la localidad), y creeis que va a haber más dias de viento que de olas, además se va a poner de moda el kitesurf, entonces quizás una opción sería diversificar de tal forma que el 75% de tus ahorros los inviertas en la escuela de Kitesurf/windsurf y el 25% en la de surf. De esta manera te expones a más riesgo (mercado + riesgo propio), pero implica que puedes conseguir mayor rentabilidad que la que ofrece el mercado de tu localidad, siempre que tus predicciones sean acertadas.

 

Una vez explicada la importancia de diversificar, vamos a poner varios ejemplos sobre composición de una cartera.

 

Nos centramos en buscar rentabilidades donde solo hay riesgo de mercado, obviando el riesgo propio de cada activo por varias razones. Lo primero, es que para el lector es más fácil de entender, lo segundo es que las rentabilidades de mercado son suficientes para conseguir la mayoria de objetivos vitales, e incurrir en mayores riesgos, como los propios de cada empresa con la esperanza de conseguir más rentabilidad que el mercado no es recomendable para el ahorrador medio. La última es que a pesar de que existen muchos gestores que tratan de batir al mercado (conseguir mayor rentabilidad) solo un pequeño porcentaje lo consigue. (Esto último significa que el mercado es un inversor que está por encima de la media)

 

La mayor parte de los inversores son adversos a ver disminuidos sus ahorros, sobre todo cuando se han conseguido con el esfuerzo del trabajo y están destinados a objetivos vitales como jubilación, compra de la casa soñada, pagar los estudios de los hijos etc. Un asesor financiero no debe ofrecer altas rentabilidades con riesgo desmesurado si con ello peligra el logro de los ansiados objetivos. 

 

Ejemplo de composición de la cartera

 

Para el siguiente ejemplo, supongamos que solo tenemos la opción de invertir en fondos de inversión que replican índices representativos de cada clase de activo. ¿Que quiere decir esto?

 

Un índice reune un grupo de activos de la misma categoría. Por ejemplo el Ibex35 que os sonará, refleja los 35 valores más líquidos (más comprados y vendidos) de la bolsa española. Por lo que este índice, como dice su nombre, nos "indica" el comportamiento de las acciones en España. Existen fondos de inversión que replican exactamente el movimiento del índice, es decir, en el caso del Ibex35 comprariamos un fondo que invierte en estos 35 valores con el mismo porcentaje que el índice (el fondo de inversión es una réplica exacta). Invirtiendo de esta manera es como si compramos una muestra representaiva de todo el mercado. En nuestro ejemplo, son los mercados de las acciones, bonos, commodities, venture capital y Hedge Funds.

 

Los datos que proporcionamos son un ejemplo, y por lo tanto no son reales, serían las medias históricas  anuales tanto de rentabilidad como desviación (Riesgo). Aunque es un ejemplo, los cálculos de las distintas carteras si son correctos.

 

Acciones 

 

Rentabilidad: 10,94%

Desviación: 14,65%

 

Bonos u Obligaciones

 

Rentabilidad: 7,77%

Desviación: 4,46%

 

Commodities

 

Rentabilidad: 7,08%

Desviación: 19,26%

 

Venture Capital

 

Rentabilidad: 12,71%

Desviación: 12,74%

 

Hedge Funds

 

Rentabilidad: 13,46%

Desviación: 5,71%

 

 

Las carteras de la tabla de arriba las hemos creado combinando los activos en las proporciones que aparecen. Quizás a muchos de vosotros os parezca algo complicado y difuso, hemos querido simplicarlo al máximo, pero es verdad que hay que tener algunos conocimientos en métodos cuantitavos. Igualmente creemos que este ejemplo lo entendereis, y recordad que no se trata de que os hagais profesionales en finanzas, para eso ya estará tu asesor.

 

Imaginad que tenemos dos clientes, para la composición de sus carteras solo tendremos en cuenta los factores rentabilidad-riesgo, :

 

Cliente A: Este ahorrador tiene una tolerancia al riesgo medio-baja y quiere conseguir la maxima rentabilidad. Debido a su tolerancia al riesgo no está dispuesto a ver que la rentabilidad de su cartera se desvíe más de un 7%. En este caso, su asesor le recomendará la Cartera número 2, ya que consigue la maxima rentabilidad, cumpliendo su objetivo de riesgo (desviación típica)

 

Cliente B: Este ahorrador tiene la necesidad de conseguir una rentabilidad de más del 10% para cumplir sus objetivos, y su tolerancia al riesgo es media-alta. En este caso el asesor le recomendará la cartera 3 ya que sería la única que consiguiría el objetivo de rentabilidad.

 

Como podemos comprobar la cartera número uno no sería óptima ya que aporta menos rentabilidad que las demás con un mayor riesgo. Con este ejemplo observamos que se puede diversificar por clases de activos y los beneficios que aporta. Una cartera solo de acciones tendría demasiado riesgo en comparación con su rentabilidad, si añadimos bonos (Cartera 1) comprobamos que la rentabilidad disminuye muy poco en comparación con lo que se ha conseguido reducir el riesgo. Si además añadimos un ligero porcentaje de inversiones alternativas vemos los beneficios que han aportado para los dos tipos de clientes.

 

Las acciones y los bonos son parte fundamental e imprescindible de cualquier cartera. El estudio de su comportamiento se lleva realizando desde hace más de 100 años. A diferencia de las inverisones alternativas, se tiene un conocimiento más profundo de los factores que afectan sus movimientos.

 

Queremos dejar claro que el asesor financiero lo que debe hacer es elegir los activos que cumplan para el cliente los objetivos de rentabilidad y riesgo, así como las restricciones de liquidez, horizonte temporal, impuestos, entorno legal y circunstancias únicas. Todo esto se ha plasmado previamente en el IPS como hemos explicado anteriormente.

 

A partir de aquí su trabajo como gestor de patrimonio será el de monitorizar la cartera, rebalancearla según lo establecido y reunirse periodicamente con el asesorado o cuando ocurra algún evento que afecte materialmente el IPS.

 

Vamos a explicar que queremos decir con rebalanceo. Una vez se ha compuesto una cartera, esta irremediablemente variará de valor cada dia, esto sucede porque algunos de los activos que la componen, como son las acciones, cotizan y por lo tanto su precio va cambiando. Si se ha establecido un porcentaje por ejemplo de 50% acciones y 50% bonos, a los pocos meses este porcentaje con total seguridad ya no será el mismo. Hay muchas técnicas para rebalancear la cartera, unas se basan en acciones periódicas (por ejemplo, se rebalancea una vez al año o cada tres meses), otras establecen unos límites (por ejemplo si en nuestro ejemplo se establece que las acciones no pueden superar el 70% de la cartera, una vez se haya producido este hecho, hay que rebalancear sin importar la periodicidad), otras dependen de circunstancias macroeconómicas. El caso  es que el método de rebalanceo debe conocerlo y aceptarlo previamente el asesorado, ya que se utiliza el que mejor se adecue a sus intereses.

 

Con este último párrafo hemos explicado todo lo que ha de conllevar un correcto asesoramiento financiero.

 

El objetivo de esta sección de educación financiera era poner de manifiesto la necesidad de ahorrar para conseguir vuestros objetivos, la importancia de elegir un asesor adecuado para lograr estas metas, y hemos aportado herramientas para que seais capaces de indentificar cuando se está haciendo un asesoramiento adecuado. 

 

Esperamos que nuestro trabajo haya sido de vuestra utilidad. Si pensais que no estais asesorados correctamente, no perdais el tiempo, la mejor inversión que podeis hacer es buscar un buen asesor, vuestra felicidad depende de ello. 

 

Si aun no estais bien asesorados, no perdais el tiempo

 

¡Muchas Gracias por vuestra Atención!

 

 

 

 

bottom of page